¿FÚTBOL LOS LUNES? NO, GRACIAS

La tradición marca que el fútbol doméstico, el de la liga de cada país, se juega durante los fines de semana, es decir, sábados y domingos. Con la incorporación masiva de los medios de comunicación a todas las actividades de la vida, incluida el fútbol, cada vez son más las plataformas televisivas principalmente, las que eligen a qué hora y qué día se tiene que disputar un partido.

Con esto, no se tiene en cuenta al principal protagonista de este deporte, que no es otro que el aficionado, sí, no se engañen. El socio, el hincha es el que paga una entrada para ver un determinado espectáculo, por lo tanto, es el que mantiene de alguna manera el circo. Pero como ahora los clubs reciben más dinero por los derechos de televisión que por taquilla, merchandising o similar, están en manos de los jefes de las plataformas, por lo que los propios equipos no son libres para elegir cuando jugar.

Si esto lo extrapolamos a los dos conjuntos de mayor repercusión de nuestro país: Real Madrid y Barcelona, supone que esta situación afecta a un mayor número de gente. Y llevado al extremo, si cuando ambos se enfrentan priman otros intereses a la hora de poner la fecha de juego, como es el caso de unas elecciones regionales, el lio está montado.

Un Barcelona – Real Madrid no puede ser un lunes. Porque se está castigando a una, si no es a las dos aficiones. Las peñas dispuestas a recorrer 600 kilómetros para acompañar a su equipo sopesan que si es un lunes a las 21 horas, llegaran a su lugar de origen casi al amanecer del día siguiente. Problemas para el trabajo (el que lo tenga), para el colegio, para una vida diaria, y sólo porque unos cuantos en poder de los derechos de televisión han dispuesto que “su producto” se ofrecerá ese día. Si los aficionados pagan su entrada, abono o carnet, que se escuche su voz. Que se los tenga en cuenta.

Hace unos días en Suiza hubo una protesta porque la tele primó un partido de tenis a uno de fútbol. La respuesta de los aficionados de éste último se hicieron notar lanzando pelotas del deporte de la raqueta durante el partido. No los escucharon antes, pero los vieron después.